1Mezcla la crema, leche condensada y la vainilla en una taza medidora grande. Tapa y refrigera de 1 a 2 horas hasta que se enfríe.
2Vierte la mezcla refrigerada en el tazón para helado. Selecciona la configuración deseada en la máquina de helado para que se bata.
3Cuando se haya congelado, transfiere el helado a un recipiente apto para el congelador, lo suficientemente grande para que quepa el helado. Congela durante 6 horas o toda la noche para obtener un helado más firme.
4Sírvelo en tazones individuales o en los conos.
5Puedes almacenar el helado en el congelador hasta por 2 semanas. Si lo congelas durante toda la noche, el helado quedará muy sólido. Para que puedas servirlo más fácilmente, sácalo del congelador y deja que repose a temperatura ambiente de 5 a 10 minutos antes de servir.