1Pon el azúcar y el agua en una cacerola. Pon la mezcla a fuego medio y remueve hasta que se disuelva el azúcar.
2Agrega las frambuesas. Aumenta el fuego a medio-alto y deja que el jarabe empiece a hervir. Baja a fuego lento y deja que hierva durante 2 minutos. Reserva para que se enfríe durante 15 minutos.
3Vierte la mezcla de frambuesas en una licuadora. Licua hasta que queden uniformes.
4Cuela la mezcla sobre un tazón, empujando la mezcla a través del colador para que escurra. Desecha los residuos sólidos.
5Incorpora el jugo de limón al jarabe de frambuesas y remueve. Tapa y refrigera durante 3 horas hasta que se enfríe.
6Vierte la mezcla refrigerada en el tazón para helado. Selecciona la configuración deseada en la máquina de helado para que se bata.
7Cuando se haya congelado, sirve el sorbete con una cuchara para helado o una espátula en tazones o vasos previamente enfriados, o transfiérelo a un recipiente apto para el congelador, lo suficientemente grande como para que quepa el sorbete. Congela de 2 a 3 horas o toda la noche para obtener un sorbete más firme.
8Puedes almacena el sorbete en el congelador hasta por 3 semanas. Si lo congelas durante toda la noche, el sorbete quedará muy duro. Para que puedas servirlo más fácilmente, sácalo del congelador y deja que repose a temperatura ambiente de 5 a 10 minutos antes de servir.